Gaokao, la selectividad china.

Mientras nuestros estudiantes se enfrentan a la selectividad en estos días, en China hacen lo propio entre ayer y hoy con su prueba de acceso a la universidad llamada gaokao, considerado el examen más duro del mundo.

Durante estos dos días cerca de diez millones de estudiantes chinos harán sus exámenes con la intención de obtener las mejores puntuaciones para poder acceder a alguna de las universidades del país, con una gran demanda y al alcance de solo unos pocos. Los resultados del gaokao serán determinantes para su futuro académico y profesional, incluso el prestigio social.

 

Esta exigente prueba que nace en 1952, se compone de un examen de chino obligatorio, un test de matemáticas común para todos los estudiantes, un examen de inglés (en algunos casos es aceptada otra lengua extranjera) también obligatorio para todos y un examen a elegir entre la rama de ciencias (incluye química, física y biología) o letras (comprende geografía, historia y política). Para cada prueba disponen de dos horas.

El examen es de tal importancia que ejerce una enorme presión tanto en alumnos como en profesores, estos últimos llegando a utilizar métodos tan extremos como suministrar aminoácidos por vía intravenosa a sus alumnos para potenciar el rendimiento, la energía y la concentración. Para los estudiantes obtener un mal resultado es tan desolador que en esta época del año hay medidas anti-suicidios en puentes y edificios. Se extreman las medidas de seguridad en torno al examen: fuerzas especiales de seguridad transportan las preguntas de los exámenes (con un sistema de geolocalización incluido) que se consideran secreto de estado, en algunas localidades se utilizan drones para vigilar que los alumnos no copian mientras que en otras partes se instalan detectores de metales para prevenir el uso de dispositivos electrónicos con los que poder hacer trampa, hasta se vigila por parte de las autoridades que no se presente un doble bien entrenado. Todo este tema de las trampas, copiar, etc. se lo toman tan en serio que desde 2016 si pillan a alguien copiando se puede enfrentar a penas de hasta 7 años de cárcel.

 

Además durante las fechas del gaokao, el país prácticamente se paraliza: vigilancia especial de la policía, especial cuidado de que no haya ruido en las calles, fábricas, que los vehículos no toquen el claxón, etc. para que no desconcentren a los estudiantes… no olvidemos que para todos estos jóvenes chinos (y alguno no tan joven ya que no hay límite de edad para presentarse al examen) de su resultado en el gaokao depende su futuro.

 

Deja un comentario