Mirjana Pović, la astrofísica premiada por fomentar a las niñas africanas a que sean científicas.

De origen serbio (Pançevo, 1981), con una infancia marcada por la guerra y sus dificultades, cubriendo como podía los más de 20 km. que la separaban de la Universidad de Belgrado donde se graduó… La astrofísica Mirjana Pović es un referente de perseverancia, y hoy en día es profesora del Instituto Etíope de Ciencia y Tecnología Espaciales y la merecida ganadora del galardón Nature Research Award en la categoría de ciencia inspiradora por ser un ejemplo a seguir, por sus logros como investigadora y por su esfuerzo para que más mujeres en situaciones desfavorables puedan acceder a carerras de ámbito científico.

Tras su experiencia dando clases en orfanatos y a niños sin hogar en Tanzania, Sudáfrica y Ruanda, y de preparar a las primeras generaciones de estudiantes de master y doctorado en Astronomía en Etiopía, Tanzania, Ruanda y Uganda; la doctora Pović planea destinar este premio dotado con 10.000€ al proyecto STEM for Girls in Ethiopea, cuyo objetivo es fomentar entre las estudiantes de secundaria (que aún no tienen las mismas facilidades que los chicos) el interés por carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

En África hay diferencias muy marcadas entre chicos y chicas, por lo que su educación es distinta. La mujer sigue en un segundo plano y se considera casi una obligación que tenga familia y se ocupe de las tareas del hogar. Si a esta falta de referentes se le suma la pobreza, el escenario es el menos favorecedor en un continente en el que además de solucionar los problemas de primera necesidad, es necesario contar con científicos y especialistas propios que, a largo plazo, puedan contribuir con sus investigaciones a solucionar sus problemas de producción agrícola, electricidad, mejorar infraestructuras, elaborar planes urbanísticos, facilitar el acceso al agua… y un largo etcétera. Resumiendo: llevar a la práctica el antiguo proverbio chino de «Dale un pez a un hombre, y comerá hoy. Dale una caña y enséñale a pescar y comerá el resto de su vida».

Pović forma parte también de la organización española AMIT (Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas), una red que busca crear vínculos entre las científicas, para que se apoyen entre sí y para que sirvan de inspiración.

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