Hace unos días, anoté, tal y como me pidieron, unos pocos pensamientos sobre esta idea, pero el tema es tan amplio que es imposible dejarlo tal y como está. Solemos catalogar tanto a profesores como alumnos con etiquetas simples, pero la realidad nos muestra que la gente es mucho más compleja que eso. Son muchos factores variados los que influyen en la interacción de ambos protagonistas (alumno y profesor) en el aula: un sistema educativo bueno, malo o mediocre o, por el contrario, un entorno cómodo y con pocas presiones en el que recibamos ayuda de los que nos rodean. Así mismo, una vida llena de estrés no permite que uno se prepare o ejecute tareas en la manera en que podría hacerlo si se encontrase en cualquier otra circunstancia. Hoy en día, podemos encontrar cómo nos ofrecen multitud de cosas demasiado fáciles de conseguir, pero, por otro lado, existen pocas oportunidades a la vista y, aquellas que están disponibles, requieren demasiados sacrificios para ser alcanzadas. Uno puede tener mucha suerte o poca o ninguna; puede haber nacido luchador , haber necesitado empujones o haber sido demasiado relajado para su propria salud. No obstante, el nº1 es el nº1. No puedes ayudar a otros a trabajar o estudiar correctamente si tú mismo no estás correctamente preparado para tu propio papel en la vida. Así que, ¡HA LLEGADO EL MOMENTO! Toma perspectiva de ti mismo en el espejo y decide si tienes tus prioridades en orden. Si el equilibrio no está bien, empieza a corregirlo hoy mismo, no mañana. Estarás orgulloso de ti mismo. Muy pronto tu enseñanza o tus estudios mejorarán con poco esfuerzo. Se trata de una actitud mental. Para ayudarte en ese camino, y, si estás decidido a dominar un idioma, en Smyth Scene te enseñaremos fácilmente a dominar las clásicas áreas que siempre han resultado difíciles, las “trampas” existentes y la forma de superarlas.
