Quintanalara, un pueblo que está a 36 km de Burgos se ha hecho famoso en las redes sociales.
Este pueblo, con tan solo 33 vecinos censados y en el cuál solo nueve vecinos viven durante todo el año, ha sacado adelante una genial iniciativa y es que entre los vecinos han creado una biblioteca con otro tipo de objetivo. La idea es que los libros no se cojan y se devuelvan simplemente, como se hace en cualquier biblioteca, sino que lo que se pretende es que la gente al tomar prestado un libro deje alguno de los suyos, cosa que enriquece más a la biblioteca.
La biblioteca ya alcanza los 16.000 libros y muchas instituciones, tanto públicas como privadas, se han involucrado en el proyecto. Por ejemplo, la universidad de Navarra mandó en un camión unos 2.000 kg de libros. Además, cada cierto tiempo, reciben numerosas donaciones de particulares.
Esta biblioteca se ha integrado en la red española de bookcrossing en internet, donde ya tienen registrados 325 títulos. Los vecinos lo que quieren es que la gente se pase por allí y ojee los numerosos volúmenes. «Lo bonito es venir al Potro, rebuscar entre sus estanterías y encontrar ese título que te emocione», explica el alcalde.
