La RAE anuncia 1.100 cambios en la 23ª edición del Diccionario de la Lengua Española.

Estos días se celebra en Sevilla el XVI congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) y en la jornada de ayer la RAE presentó las novedades de la tercera actualización de la 23ª edición del Diccionario de la Lengua Española en su versión digital (la versión impresa, la 24ª ya, no está prevista hasta 2026)

En total se trata de unos 1.100 cambios entre nuevas incorporaciones, adiciones de acepciones, enmiendas de acepción y bajas de términos.

Entre los nuevos términos añadidos se encuentran por ejemplo beatlemanía, casteller procedente del catalán, del vasco amá y apá, antitaurino, cumplemés, arboricidio, identitario, zasca y casoplón de uso solo en España, y término relacionados con las nuevas tecnologías y tan coloquiales como mensajear, textear o rúter.

En cuanto a las bajas, términos como alcaná o trasmatar quedan fuera de esta nueva edición por considerarse arcaicos.

Penthouse, brioche, brunch o amish, que se deben escribir siempre en cursiva, aparecen como extranjerismos puros.

De las 88 adiciones de acepción son especialmente llamativas la de aplicar como «presentar una solicitud oficial para algo» con uso marcado como propio de América o el caso de sieso asociado a las personas para describirlas como «desagradable, ,antipático, desabrido» en este caso con la marca de uso en España.

Si hablamos de las enmiendas, una de las más llamativas es la del término homeopatía, que tras 167 años ya no es considerada un sistema curativo sino una simple práctica. Se ha suprimido también la etimología de la palabra etarra al considerarse que el término no proviene del País Vasco y se ha incorporado una H mayúscula en una de las acepciones del término holocausto.

Con todos estos cambios la RAE busca que el Diccionario de la Lengua Española refleje la actualidad de los hablantes.

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