Cuando un Año Santo se convierte en un Culo Bendito.

Hacía tiempo que no publicábamos nada en nuestra sección «Me sangran los ojos» y la verdad que lo echábamos de menos porque, no podemos negarlo, es una de nuestras favoritas, así que hoy volvemos a lo grande.

Aunque la semana pasada ya hubo alguien que hizo un pequeño adelanto (sin spoilers) en sus redes sociales, por fin hoy lo publicamos en su totalidad.

Os ponemos en antecedentes: hace unos añitos, alguien de la oficina hizo parte del tramo francés del Camino de Santiago, aventura de la que se trajo a modo de recuerdo y para dejar constancia de su hazaña su Credencial del Peregrino; esto es una especie de libreta que funciona como un pasaporte: allá donde pares en el Camino, busca un sello para dejar constancia de tu paso en tu credencial. La semana pasada decidió compartir algo más que sus batallitas y se trajo su credencial, para disfrute de todos porque se trata de un clarísimo caso de «Me sangran los ojos», de primera mano y en primicia:

Una vez leído a nosotros no nos queda mucho que decir salvo la primera impresión que tuvo nuestro director: «traducir mal y no tener la codificación de teclado correcta puede convertir un Año Santo en un Culo Bendito». Amén a eso.

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