Avances en los experimentos científicos para crear híbridos humano-animales.

Algo que así de entrada suena a historia de ciencia ficción: una mezcla de humano y animal, algo que a los más clásicos les puede recordar a las quimeras, esos monstruos fabulosos de la mitología griega parece que en los últimos días se ha convertido en realidad, pero con matices importantes.

El Gobierno de Japón ha dado luz verde al científico japonés Hiromitsu Nakauchi, biólogo y experto en células madre en la Universidad de Tokio y la Universidad de Stanford, para crear embriones de animales que contengan células humanas. El plan es cultivar células humanas en embriones de ratón y rata, después implantarlo en otros animales y así producir animales con órganos hechos con células humanas que puedan ser transplantados a personas.

Hasta el pasado mes de marzo en Japón estaba prohibido que este tipo de embriones superara los 14 días de gestación así como su transplante a un útero sustituto, pero con el cambio de la legislación por parte del Ministerio de Educación y Ciencia los embriones pueden ser llevados a término y transplantados, lo que cambia el panorama completamente.

De momento Nakauchi asegura que su idea es ir poco a poco, ampliando paulatinamente el tiempo de cultivo de los embriones híbridos para observar el desarrollo de los órganos en ratas y ratones modificados genéticamente y monitorear cómo las células humanas afectan al cerebro animal: si estas alcanzan un nivel del 30% afirma que se suspenderán los experimentos.

El equipo liderado por el japonés no es el único en la carrera por cultivar órganos útiles para humanos en animales creados específicamente con ese fin. Sin ir más lejos, también son noticia los avances del equipo español de Juan Carlos Izpisúa, repartido entre el Instituto Salk de California y la Universidad Católica de Murcia y experimentando en China, que ha logrado crear por primera vez embriones de simios con células madre de humanos, que aunque no llegaron a término y los resultados están pendientes de publicación, todo apunta a que fueron exitosos tras los errores observados en su intento anterior de experimentar la mezcla de humano y cerdo.

Además de la carrera por ver quién alcanza primero el objetivo, quedan abiertos todo tipo de debates sobre los límites morales y éticos o si todo vale en el avance de la ciencia y de dónde procederá su financiación.

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