La coma marca la diferencia.

Ayer, después de leer un titular en un periódico de tirada nacional, comentábamos en la academia lo importante que es utilizar bien los signos de puntuación, en concreto la coma, para evitar confusiones y malentendidos.

Así que hoy hemos decidido dejaros algunos consejos y ejemplos de cómo el buen o mal uso de una coma puede cambiar el significado de una frase.

1) Una coma puede ser algo más que una pausa, y en ocasiones puede salvarte de situaciones complicadas:

  • No espere. – No, espere.
  • ¡No tenga piedad! – ¡No, tenga piedad!

2) Una coma puede dar superpoderes, como en el ejemplo:

  • Eso solo, él lo soluciona. – Eso, solo él lo soluciona.

3) Una coma en una posición diferente, puede hacerte cambiar de opinión:

  • No queremos comer. – No, queremos comer.

4) Una coma en su debido lugar, puede ser la solución:

  • Vamos a perder, poco se resolvió. – Vamos a perder poco, se resolvió.

5) Una coma incluso puede cambiar el menú:

  • Vamos a comer niños. – Vamos a comer, niños.

6) Una coma puede hacer que un grupo sea mayor o menor:

  • Vinieron Pedro José y María. – Vinieron Pedro, José y María.

7) Una coma puede convertir a alguien en culpable o inocente:

  • Ese abogado es un corrupto. – Ese, abogado, es un corrupto.

8) Una coma puede cambiar el objeto de tus deseos:

  • Te deseo feliz cumpleaños. – Te deseo, feliz cumpleaños.

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